viernes, 5 de junio de 2015

Embarazo longevo



La noticia corrió veloz, la alemana  Annegret Raunigk, se ganó los titulares con su parto de cuatrillizos, el parto en sí no fue noticia, sino su edad: 65 años. 
En nuestro mundo de la competencia sin sentido, los primeros lugares y los records mundiales, de inmediato a la germana se le otorgó el título de la mujer mas vieja que da a luz cuatrillizos.
Pues sí, se ha creado desde hace algunos años la categoría de las madres más longevas, la primera fue Ma. del Carmen Bousada de Lara (1940-2009) mujer española que alcanzó repercusión mundial al convertirse en la madre más anciana a los 67 años, en diciembre de 2006, poco antes de su muerte fue reemplazada por Rajo Devi Lohan, mujer hindú que en 2008, con 70 años de edad, dio a luz una niña; mantiene esta nominación pero le han surgido ramas al título; otra mujer hindú, Omkari Panwar en el mismo 2008, y también con 70 años (menor por meses) dio a luz un par de bebés, su nominación es: la mujer más vieja en tener gemelos.
Otros casos de maternidad que han generado admiración y discusión son las abuelas-madres sustitutas, mujeres que han prestado su cuerpo para gestar los hijos de sus hijas, cuando estas últimas por alguna razón no tienen capacidad para la reproducción. En 2011, Kristine Casey (EU) de 65 años parió al hijo de su hija Sara; el mismo caso ocurrió en Brasil en 2010, cuando Eunice Guerra, de 60 años, quien  dio a luz a la hija biológica de su hija Talita. Esta situación de madres sustitutas se ha repetido  en varias ocasiones, sobre todo en los Estados Unidos.
Estas decisiones se han enmarcado en dos vertientes de discusión, por un lado quienes dan el acento al cambio de paradigmas sobre la vejez, sobre el rompimiento de los tiempos establecidos biológica, moral y socialmente para protagonizar ciertos roles, el de madre progenitora en este caso.
Por otro lado la discusión cuestiona precisamente la vulnerabilidad y el riesgo a que se someten estas mujeres al tener embarazos de alto riesgo, así como la ética de empresas y médicos dedicados a la inseminación artificial.
Ambas vertientes de discusión se aderezan con tópicos científicos y tintes morales, como poner el énfasis en una supuesta incapacidad de los viejos para educar a un niño o la calidad de vida de este al crecer con personas ancianas.            ¿Tú que piensas?