domingo, 12 de abril de 2015

Las etapas vitales ya no se miden en años



 Las etapas vitales, más flexibles y menos rígidas en este siglo.




 En nuestras sociedades modernas, las fronteras entre vejez, madurez y juventud son cada vez más difusas, existen menos conductas esperables para una edad determinada. Todos los signos son más ambiguos e indefinidos, se pretende y se valora más el recorrido personal que el establecido por los estereotipos de vida clásicos.
El estilo de vida típico de la madurez, la juventud o la vejez, se desdibuja. Los códigos –para vestirse, para consumir cultura, para fijar objetivos– se comparten más allá de las diferencias de edad como no ocurría décadas atrás y como quizá nunca ha sucedido.
Se trata de la época de los ciclos de vida flexibles. El futuro dejó de planificarse como un camino de metas alcanzables en etapas rígidas. Factores como la extensión de la esperanza de vida y el boom del antienvejecimiento (botox, cirugías estéticas, suplementos, etc.), y últimamente el wellness, han favorecido el fenómeno.
Pero esta transformación empezó a intuirse hace varios años. Sorprendía el Síndrome Peter Pan, el de aquellas personas que seguían viviendo como adolescentes en la casa de sus padres.  En las ciudades crecieron los que elegían vivir solos, sin obligarse a formar familia a la edad “prefijada” por la cultura o la tradición familiar. 
Se borran barreras que antes estaban definidas por la edad y, en muchos casos, por prejuicios. Ya no son tan claros como antes los gustos generacionales, Hoy, se puede definir a alguien como joven o viejo en función de su vitalidad y capacidad plástica de innovación y adaptabilidad.
 Algunos abuelos se volvieron cool.  Así, salirse del libreto deja de merecer la crítica social y se transforma en un valor


  Paradójicamente, crece también la tierra fértil para los muy conservadores. En algunos, la ambigüedad puede despertar angustia y exige la necesidad de definiciones claras y sin dudas al equívoco. 
Cuanto más frágil la persona, más certezas inequívocas va a requerir.